La calma mágica, del Centro Dramático Nacional/Tanttaka Teatroa

Crítica

Entre vivir y soñar… ¿Por qué elegir?

Teatro Alhambra. Granada. 20 y 21 de marzo.

Alfredo Sanzol escribe y dirige esta coproducción de resultados irregulares, que combina momentos memorables la-calma-magica_05en una propuesta a la que le sobran 30 minutos.
Divertida hasta la sonrisa casi constante, aunque no hasta la carcajada colectiva y permanente del patio de butacas.

Resulta interesante la propuesta de trama circular en la que el desarrollo -el pilar sobre el que pivota la acción- parece no haber existido más que en la mente de uno de los protagonistas, de manera que la historia se zanja en el planteamiento y desenlace, es decir, en la entrevista de trabajo, cuyo aspirante finalmente no aceptaría, y, por lo tanto, la historia relatada nunca se produciría. Es este elemento de ficción al cuadrado (una situación hipotética dentro de la propia obra de ficción) el que permite más licencias a la trama y ofrece más juego a un espectador que se presta gustoso al surrealismo.

Los momentos de fantasía y del patetismo ridículo que muestran las obsesiones e intransigencias de los personajes, así como la lectura irónica (quiero pensar) de filosofías new-age o de refritas tendencias espirituales son los que mejor funcionan en el montaje, mientras que un texto tontuelo, que, por momentos, aspira sin éxito a la profundidad, su mayor fisura. A La calma mágica se le va la fuerza cuando intenta hablar por boca de un filósofo de mesa camilla. En cambio, las escenas de conejos parlantes o elefantes rosados, que a algunos pudieran parecerles inadecuadas, se justificaban perfectamente en la historia, A mí desde luego me parecieron simpáticas, y, si en algo afectaron a mi concepción del espectáculo, fue en positivo. Igual derecho (e incluso deber) tiene el encumbrado Centro Dramático Nacional a perder el pudor ante los intelectuales y desacralizar la escena que cualquier otro grupo menos bien avenido.

Felicitaciones a Xabier Lozano por los matices lumínicos; esenciales especialmente cuando la recreación de ambientes o contextos viene de los focos y no del espacio o el mobiliario escénico, como es el caso. Y cómo no, a Sandra Ferrús, Iñaki Rikarte, Mireia Gabilondo, Aitor Mazo y Aitzier Garmendia por ponerle el pulso, el corazón y el sentido a las escenas.

Ficha artística y técnica:

Autor y dirección: Alfredo Sanzol
Intérpretes: Sandra Ferrús, Mireia Gabilondo, Aitziber Garmendia, Aitor Mazo, Iñaki Rikarte.
Escenografía y atrezzo: Alejandro Andújar
Música: Iñaki Salvador
Iluminación: Xabier Lozano
Vestuario: Ana Turrillas
Realización de escenografía: May
Realización de atrezzo: Miguel Ángel Infante
Ayudantes de dirección: Aitziber Garmendia y Vito Rogado
Dirección técnica: Edi Naudo
Ayudante de producción: Ane Antoñanzas
Equipo técnico: Dani Bernués, Edi Naudo, Ángel Agüero
Producción ejecutiva: Fernando Bernués y Koro Etxeberria
Producción: Centro Dramático Nacional y Tanttaka Teatroa

Publicado originalmente en: luxedden.blogspot.com

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