La evitable (o inevitable) ascensión de Arturo Ui, del Centro Andaluz de Teatro

Crítica

El comodín del público

Teatro Alhambra. Granada. 21 a 25 de enero de 2015.

Mientras Syriza se alzaba con casi la mayoría absoluta en Grecia, en el espejismo de la realidad que es el teatro se planteaba anoche si era posible todavía una redención del establishment o si el fracaso resulta inevitable, dada la Arturo Uiinmanente corruptibilidad del ser humano.

Brecht sigue incomodando en la actualidad, y, por ende, aquellos que consiguen captar en fondo y forma su manera de entender el teatro. En esta composición coral todo -actores, escenografía, circuito cerrado de grabación- suma para contribuir al ruido y la suciedad que precisa la historia. Además de las cámaras, las lámparas de metal, de almacén o de matadero, atestiguan impúdicamente las tropelías que tienen lugar entre la escenografía móvil, siempre en construcción (o en destrucción) de pilas de cajas, tan frágiles como la democracia retratada.

Aquí, por corromper, se corrompe incluso hasta el espíritu de Brecht, que buscara la concienciación del espectador huyendo de la implicación emocional a través del sentimentalismo; al que alentara a la reflexión por medio del arte con objeto de cambiar la sociedad se le erige en esta propuesta el muro de la duda: ¿Y si la ascensión de Arturo Ui no pudiera ser evitable? Ya desde el título nos advierte el dramaturgo José Manuel Mora con la introducción de las palabras “o inevitable” añadidas al original del alemán. Con ese cuestionamiento razonable que apunta al condicionamiento del ser humano, se abre la brecha con el idealista. Tal vez también sea esa la adaptación “inevitable” de la obra en el presente. A pesar de la absoluta vigencia de los conflictos planteados por el poeta alemán en su texto, el contexto abierto por nuestro tiempo de escepticismo, de resignación, parece obligar a contemplar la mencionada duda, y, con ella, a mesurar la tesis del dramaturgo revolucionario.

Por mi parte, se les perdona (y hasta se le agradece) al director Carlos Álvarez-Ossorio y a José Manuel Mora la licencia teatral. Aunque, dado el insultante parecido con la actualidad política andaluza, no sé si la administración autonómica resultaría tan clemente o se alinearía con las últimas demandas del sumo Pontífice en cuanto a atar en corto a los deslenguados creativos.

Si yo fuera de las que reparte subvenciones, aún con la mano mordisqueada, estaría orgullosa del trabajo de Álvarez-Ossorio por su olfato escénico al reunir a catorce estupendos intérpretes y dejarlos hacer para construir la escena y para congraciarse logrando que todos estén a una misma notable altura. Y se lo agradecería, porque no solo de belleza vive el arte, y la pieza narra la alianza entre el poder político, el empresarial y la mafia (la cada vez menos misteriosa trinidad terrenal) con fuerza y convicción. La propuesta desagrada por su violencia y su exhibición del caos por medio de la sobrestimulación (siempre se están contando varias cosas a la vez), así que consigue su objetivo, y alcanza al espectador violentándolo, no solo por la continua apelación directa, sino porque es inadmisible no tomar partido ante lo que pasa delante de sus narices y le atañe en su vida.

Sin embargo, el planteamiento sobre la posibilidad de cambiar las reglas del juego se queda en planteamiento irresoluble. Los actores, que por un momento se salen de la piel de sus personajes y se llaman por sus nombres de pila, no consiguen llegar a un consenso sobre tan delicado debate, con lo que le pasan el testigo al público para que, en una perfecta maniobra brechtiana, este decida si desea alcanzar la solución o, una vez más, pasa palabra.

Ficha técnica y artística:

Dirección: Carlos Álvarez-Ossorio
Dramaturgia: José Manuel Mora
Escenografía y vestuario: Eufrasio Lucena- Muñoz
Música y diseño de iluminación: Manuel Colchero
Asesor de movimiento y Ayte. dirección: Alfonso Hierro-Delgado
Producción: Agencia Andaluza de Instituciones Culturales

Intérpretes: Juanfra Juárez, Gregor Acuña, Antonio Garrido, María Alfonsa Rosso, Víctor Vidal, José Chaves, Paqui Montoya, Paco Inestrosa, Daniel Ortiz, Laura Barba, Verónica Moreno, Virginia Nölting, Paco Luna, Esosa Omo.

Publicado originalmente en luxedden.blogspot.com

Deja un comentario